18 junio 2013

JOHN FORD - EL JUEZ PRIEST


“La primera cosa que aprendí de la política fue cuándo hay que decir no” Frase del juez Priest, interpretado por Will Rogers, un actor muy popular en los 30 y considerado un candidato a la presidencia de los Estados Unidos. En 1935 murió a consecuencia de un accidente aéreo.

En esta película ya nos encontramos con un Ford maduro cinematográficamente para conseguir una mezcla de comedia y drama sobre la sociedad americana, manteniendo viva la tradición mientras reconoce la necesidad de un cambio en la sociedad. Es la lucha contra la intolerancia, y en este caso contra la intolerancia racista, la base del drama de la película. Y para ello utiliza un tratamiento casi cómico del personaje principal, que además servirá para demostrar su gran humanidad, consiguiendo además manifestar una gran seriedad como jurista que siente “añoranza por el espíritu de la ley y no por lo que dice” El porche, como elemento casi imprescindible en las relaciones humanas de las películas de John Ford, tiene aquí su mas claro ejemplo. Es una película que ha resistido bastante bien el paso del tiempo y que resulta imprescindible para conocer la trayectoria cinematográfica del director.

23 mayo 2013

JOHN FORD - PEREGRINOS


Periodista - ¿Por qué el tema de la familia es tan importate en su obra?
Ford - ¿Usted tiene madre, verdad?

En la revisión que estoy haciendo de la filmografía de John Ford, me acabo de encontrar con una casi obra maestra. Desde luego con una perfecta obra cinematográfica, y más si considero que los fines de la productora, la Fox, y creo que del director también, es llegar al máximo de espectadores, que a fin de cuentas son los intereses de Hollywood. Es un drama que podría quedarse en el sufrimiento por los muertos en la guerra, y en particular de lo que sufrieron las madres de tantos jóvenes muertos en los campos de batalla europeos de la Primera Guerra Mundial. Pero Ford, como siempre, va dejando la historia a un lado y va introduciéndose en la vida de sus personajes, en este caso la madre que ha llevado a su hijo a la guerra para evitar que se casara con una muchacha. Toca todas las fibras sensibles porque sabe que cualquier espectador ha tenido madre y que la mayoría de sus espectadoras son madres o lo serán seguramente. Pero huye del tono sensiblero y utiliza unas imágenes realistas, que unidas a la interpretación de Henrietta Crosman, consiguen un drama humano que cualquiera puede entender. Hay varias secuencias y planos que son dignos de figurar entre las muestras de arte cinematográfico, pero yo me quedo con la escena en la que la novia del hijo le da a la madre un ramo de flores para que lo ponga en la tumba del muchacho muerto. La joven lleva de una mano a su hijo, y en la otra las flores, y la madre, dura como ella es, sólo saca una mano por la ventanilla del tren para coger el ramo. Sinceramente, de las pocas escenas cinematográficas que me han producido un enorme nudo en la garganta. Si pueden verla estoy seguro que no se arrepentirán, y hasta es posible que repitan, como pienso hacer yo. Pero no todo es drama, porque Ford sabe introducir los elementos cómicos en sus películas, y eso es lo que hace con una madre que va a visitar las tumbas de sus tres hijos muertos, que desborda amor por la vida y que fuma en pipa. ¡Ah! Todos los elementos fordianos están en esta película, así que los verdaderamente cinéfilos no deben perdérsela.

27 abril 2013

JOHN FORD - EL DOCTOR ARROWSMITH


Esta es la historia de un hombre que dedicó su vida a servir a los demás y su corazón a amar a una sola mujer (Títulos de crédito de la película)

A principios de los años 30 Ford ya tiene una gran seguridad en si mismo y esa seguridad la tienen también en la Fox que lo cede al productor Samuel Goldwyn, a cambio de un dinero, claro está. Se trata de llevar al cine una adaptación de la novela de Sinclair Lewis ganadora de del prestigioso premio Pulitzer. Ford acepta dirigir este tema, seguramente porque en el relato están algunos de los puntos que le atormentan a Ford en relación con su matrimonio, y en especial las largas temporadas que pasaba lejos de su mujer Mary y lo muy entregado que estaba a su trabajo en los estudios cinematográficos. Quizás lo mejor de la película esté en la forma visual que el director utiliza para criticar el desmedido orgullo del doctor en lo que podría ser un acto de autocrítica. El montaje de las tres escenas en tres habitaciones distintas, del Doctor pensando, de una seductora Myrna Loy cambiándose de ropa en otra habitación cercana a la del Doctor, y una tercera escena de la mujer, lejos de las dos situaciones anteriores, es un montaje de antología, más cuando el juego de luces y sombras es interesantísimo. Como anécdota biográfica interesante: Ford firmó un contrato con Samuel Goldwyn en el que se comprometía a no beber, pero se emborrachó varias veces y protagonizó escenas desagradables en los estudios que llevaron a Goldwyn a rescindirle el contrato. Además, la Fox lo despidió de la compañía. Para los mitómanos, John Wayne hace de extra como uno de los buzos que intentan rescatar a la tripulación.

10 abril 2013

JOHN FORD - RÍO ARRIBA


Ford siempre tenía un pañuelo o una pipa en la mano. No paraba de morderlos y tu nunca sabías lo que estaba diciendo. No creo que dirigiera demasiado, pero todo el mundo parecía saber lo que tenía que hacer. (Jean Arthur)

Es una divertida parodia sobre la vida en las cárceles americanas que parece como introducida desde el exterior donde la vida no tiene problemas. Es más, se está mejor dentro de la cárcel, donde se juega al béisbol y donde hay mujeres tan buenas, que hasta te puedes enamorar. Curiosamente esta película tiene el gran aliciente de ser la primera película de Spencer Tracy y la segunda de Humphrey Bogart, en dos magníficos papeles que ya apuntan a mostrar que son dos grandes actores. En esta película Ford utiliza muy especialmente su técnica de “apuntes graciosos” que no son más que toques verbales o de imagen propios para definir un personaje o una emoción. Quien se lleva la mayor parte de estos “apuntes graciosos” es el actor Warren Hymer que da una gran interpretación de ese personaje que tanto le gusta a Ford, el tonto. Más destaca todavía esta interpretación cuando el oponente listo es su gran “amigo” St. Louis, papel del que se encarga Spencer Tracy. Ambos ayudarán al joven bueno, guapo y enamorado que interpreta Humphrey Bogart. Como ven, el típico trío de personajes tan característico de las comedias teatrales o del circo. No perderse el detalle de la mascota del equipo carcelario de béisbol.

08 marzo 2013

JOHN FORD - LEGADO TRÁGICO


Veía que era un muchacho que estaba luchando por conseguir algo, no como la mayoría, que solo estaban allí para ganar dinero fácil. El “Duque” era realmente ambicioso y estaba dispuesto a trabajar. Al cabo de un mes o seis semanas ya éramos amigos, y yo solía darle consejos y ofrecerle algún pequeño papel de vez en cuando. (Declaraciones de John Ford sobre John Wayne)

Ford utiliza una historia melodramática ambientada en el país del que emigraron sus padres para hacer uso de un expresionismo que por esos años hace furor en Hollywood debido a la gran afluencia de directores alemanes que llegan a la meca del cine y al éxito que obtienen con sus películas. Es el caso de Murnau y su “Amanecer” de la que Ford dijo que era la mejor película que había visto. La fotografía es de George Schneiderman y eso le da un aliciente añadido a la visión de esta película que por otra parte solo ofrece un hito más en el progreso de la filmografía de Ford. Aquí se pueden encontrar ciertos momentos característicos del director ya vistos en alguna película anterior y que después se repetirán y desarrollarán en películas posteriores: como un personaje queda al margen de la felicidad que ha provocado. En un viaje que Ford hizo con su mujer por Europa llegó hasta la tierra natal de sus padres, Irlanda, y allí filmó varios planos de una carrera de caballos que utiliza en esta película. Eso, más la ambientación de la historia en Irlanda, puede ser también algo que aumente el interés por la visión de este enrevesado melodrama, donde los personajes no acaban de estar definidos. Y es una lástima porque aquí cuenta con cuatro actores muy buenos. Como curiosidad, es la primera película en la que John Wayne, un apuesto joven de veintiún años, trabaja para John Ford interviniendo en dos escenas: como un hombre que va a ser ahorcado y como espectador entusiasmado que derriba una valla en la carrera de caballos. Realmente el trabajo de John Wayne era como encargado de atrezo en los estudios donde rodaba Ford. Se inicia aquí una extraña y larga amistad entre el director y el actor, y que ha sido interpretada de muy diferentes maneras por los estudiosos de John Ford o de John Wayne.

04 marzo 2013

JOHN FORD - CUATRO HIJOS


Después de ver los copiones de “Amanecer”, Ford ha declarado que cree que es la mejor película jamás filmada. Ford afirmó que duda que se haga una película mejor que esa en los próximos diez años (De una entrevista concedida por Ford a “Moving Picture World”)

El expresionismo alemán triunfó en Hollywood durante esta década de los años 20 y la Fox, la productora para quien trabajaba Ford, hizo todo lo posible para explotar el éxito que había conseguido con “Amanecer” de F. W. Murnau, pagándole a Ford y su esposa un viaje de dos meses por Alemania y Europa. Ford realiza con esta película un homenaje al cineasta alemán que no deja de ser una imitación del cine de Murnau. De hecho, los exteriores correspondientes a un pueblo alemán utilizados por Murnau para “Amanecer” son reutilizados por Ford para su película “Cuatro hijos” que está ambientada en su mayor parte en Alemania. Ford cuenta para esta película con su asiduo director de fotografía, George Schneiderman, que habiendo entendido la idea del director realiza un magnífico trabajo utilizando las luces y las sombras, al más puro estilo expresionista, y se arriesga, con el director, en complejos movimientos de cámara de los que tenemos buena muestra al principio del film, consiguiendo un derroche visual que supera a menudo la sencillez emocional de la historia. La interpretación de Margaret Mann como la madre es muy buena y supera en esos momentos el amaneramiento al que estaban sometidos los actores y las actrices para transmitir sentimientos en el cine mudo.



16 febrero 2013

JOHN FORD - TRES HOMBRES MALOS


“La cámara filma tus más íntimos pensamientos y los capta. Si te concentras, la cámara es capaz de investigar tus más íntimas emociones” John Ford

En esta película de Ford hay una mezcla de cine épico, con la colonización de Dakota, y el cine cómico, con las relaciones de los tres hombres “malos”, y se alcanza la tragedia con la intervención de los tres hombres “malos” en la historia de amor de los dos protagonistas. Todo está muy bien combinado, dando en cada momento la dosis adecuada de grandiosidad, la carrera de las carretas por colonizar un espacio; con la comicidad, una bicicleta atada a la cola de un caballo, y la tragedia, el niño perdido en medio del tumulto. La fotografía está muy cuidada, especialmente con los claroscuros, y con encuadres que en posteriores películas desarrollará con el paisaje y los personajes. La emoción visual plasma de manera realista lo que tuvo que ser aquella colonización casi como un documental. Es un western al estilo clásico, pero Ford no se centra en los personajes individuales, sino en el conjunto, haciendo a los colonizadores los auténticos protagonistas de la historia. Curiosamente en esta película no hay indios, cuando en la realidad estos territorios que van a ser colonizados, antes se les había quitado a los indios sioux tras la masacre del general Custer, hecho al que aquí no hay referencia.